Gran Espíritu,
Cuya voz escucho en los vientos,
Y cuyo respiro le da vida a todo el mundo,
Escúchame.
Soy pequeño y débil, y necesito tu fuerza y sabiduría.
Déjame caminar en la Belleza,
Y haz que mis ojos siempre contemplen
La roja y púrpura puesta de sol que has creado, conmigo.
Haz que mis manos respeten las cosas que has hecho
Y agudiza mis oídos para escuchar tus palabras y tu voz.
Déjame aprender las lecciones
Que has escondido bajo cada hoja y roca.
Busco Fortaleza, no para ser mejor que mi hermano,
Sino para luchar contra mi mayor enemigo
-Yo mismo-.
Hazme siempre estar listo para ir hacia ti
Con manos limpias y mirada clara.
Para que, cuando mi vida se marchite,
Como la puesta de sol apagándose,
Mi espíritu pueda ir hacia ti sin pudor.
Amén
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