"Supongamos que un joven quiere ser ingeniero. Debe forzosamente
aceptar un programa de estudios, y si está verdaderamente hecho
para esta profesión, sus estudios contribuirán a la
realización del programa que lleva inscrito en su alma.
Desgraciadamente, bajo el efecto de toda clase de presiones
exteriores, pero también empujados por sus ambiciones
personales, muchos hombres y mujeres son conducidos a escoger
profesiones que no favorecen su desarrollo espiritual.
Resulta imposible escapar a las limitaciones impuestas por la
familia, la sociedad, pero en la medida que podáis, escoged una
actividad que os permita vivir conforme al programa inscrito en
vuestra alma.
Este programa es el que Jesús ya dio hace dos mil
años: «Sed perfectos como vuestro padre celestial es
perfecto». Acercarse cada día más a la perfección del Padre
celestial, he aquí el solo, el único programa válido para todo
el género humano."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Puede aprovecharse el tiempo libre para seguir ese programa inscrito en el alma de cada uno y que nos acerca al cumplimiento de la misión de vida
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