La magia no es algo oscuro, misterioso, sobrenatural u oculto.
La magia es simple y llanamente la capacidad que tenemos todos para crear realidad propia, ¿cómo? con una idea nueva de lo que es real.
El mago está latente en el interior de cada ser, para activarlo es necesario despertarlo, descubrir y potenciar esas cualidades que son propias de un mago.
De lo primero que un mago tiene que olvidarse es de pedir, un mago genera realidad, tiene claro que pedir es entregarle su poder a alguien afuera de él.
Ahora bien, la magia no se logra con voluntad, esfuerzo, control o dominio, el propósito del mago es ser capaz de conectarse sin obstáculos a la fuente de la magia, el mago sólo debe tener claro qué es lo que desea lograr, la magia la pone el universo.
Acá es donde comienza a complicarse el asunto,
el mago cree que está pensando en lo que quiere pero cuando intenta expresar ese deseo no puede, descubre entonces el caos en su mente, las muchas voces que opinan, dudan, informan, protestan, objetan, critican, impiden….. Conclusión: el mago no está solo, comparte la mente con sus recuerdos, creencias, condicionamientos, temores, inseguridades y demás.
¿Por qué? ¿Qué sucede en la mente del mago? Él realmente intenta pensar en todo lo que quisiera ver en su realidad y eliminar al mismo tiempo de sus pensamientos, todo lo que no desea. ¿Cómo puede ser difícil para el mago pensar en lo que desea y eliminar lo que no desea?
Sería fácil si el que pensara fuera realmente el mago, pero eso no es cierto, hay aspectos en él, que sabotean todos sus esfuerzos. Ellos son los que deciden, piensan y crean por él, aunque el mago esté convencido de lo contrario, esos aspectos están identificados con la realidad externa, reciben y asimilan como propia la información que les llega desde afuera y basados en ella deciden lo qué es posible y lo qué no lo es, entonces cada vez que el mago intenta crear lo que desea, de inmediato alguno de esos aspectos pregunta ¿cómo? , responde según su experiencia previa y obstaculiza la creación del mago.
Este concepto es fundamental: el mago no decide cómo sucederán las cosas, su trabajo es decidir qué quiere como resultado. El ¿cómo? es la primera pregunta que surge cuando el mago desea crear algo, sin embargo es la última que debería hacer, si logra expresar lo que desea, con total claridad, el universo encontrará la forma de hacer realidad ese deseo, el universo es el campo de todas las posibilidades y con seguridad encontrará algún recurso para crear eso que el mago desea. Nos vemos pronto.
Diana Rodríguez Angulo
Sin duda, esta interpretación obedece a la carta del Mago del Rider Waite y nos ofrece una visión recomendable y acertada.
ResponderEliminarUn placer aterrizar en este interesante blog
¡Ojalá lo hubiera descubierto antes!
Una vez leí que todos formamos parte de un plan único y que el universo se encarga de poner a nuestro alcance los medios para realizar nuestra misión.... normalmente la misión concuerda con aquello que deseamos más profundamente y si averiguamos qué es ... o nos ponemos en camino para averiguarlo pasando por diferentes fases de la vida, y le pedimos al universo que nos guíe y le expresamos nuestros deseos... se obrarán día a día pequeños milagros.
ResponderEliminarSaludos!